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Luego de presentar los sencillos ‘Cambiar la escena’, ‘Sin ninguna intención’ y ‘Ahora somos lo que somos’, la cantante y compositora colombiana Karen Rod estrena ‘Lo puedo presentir’, el cuarto lanzamiento de su disco debut ‘Hechos de Tiempo’, que verá la luz en el mes de mayo.

‘Lo puedo presentir’ es la libertad de ser y sentir. Habla de sincerarse con las emociones, los deseos profundos y el instinto. Invita a tomar la iniciativa, a perder el miedo y a hacer caso a la intuición. Es una canción que te empuja a tomar acción, a cantar alto y fuerte dejando atrás los prejuicios o las apariencias.

«La historia de la canción te lleva a preguntarte si debes vivir ese sentimiento, si debes provocar ese encuentro o reprimirlo por timidez, vergüenza o cualquier barrera que tengas. Es una canción que deja a un lado el ego para ir en busca de una respuesta. Es directa y liberadora«, comenta la artista colombiana.

‘Lo puedo presentir’ de Karen Rod es una canción que habla de hacer caso a las señales del destino y a arriesgarte a ser quien dé el primer paso. La letra, a simple vista, puede parecer el deseo de un adolescente, y claro que lo es, pero también es el deseo de muchas otras personas que experimentan una pasión que los marea y los impulsa a hacer cosas impensables.

«Para esta canción me inspiré en el mito de las llamas gemelas y la figura del perseguidor y el runner. Describo el momento en que una de las llamas está dispuesta a desnudar su alma y su cuerpo y espera sin prisa a que el amor emerja sin expectativas. Que dure toda la vida o lo que tenga que durar. Pero que sea verdadero y no una cuestión de sexo a secas. ‘Lo puedo presentir’ invita a un encuentro de conexión y entrega, de seducción y apertura, a ser coherente con tus deseos del alma. De reconocer tu fragilidad ante una persona que trae un mundo desconocido ante ti y de amar completamente sin esperar nada, sin que haya una razón», enfatiza Karen Rod.

El sonido de ‘Lo puedo presentir’ es rock indie. Te seduce con acordes de guitarras acústicas al comienzo y luego te arrastra como el deseo que es cada vez más intenso como la fuerza de la batería. La melodía te va sorprendiendo y avanza hasta culminar con un solo de guitarra casi orgásmico. La voz es enfática, es una afirmación directa y cruda que se transforma en un baile de notas altas y bajas muy rápidas que te roban el aliento como lo hace el sentimiento de estar enamorándote, de percatarte que está sucediendo aquí y ahora.